Según
investigadores de la universidad A&M de Texas, una persona en Estados
Unidos come ahora un promedio de más de cuatro kilos de aguacates mexicanos al
año, cifra es superior a los 450 gramos que se consumían en 1990. Las
importaciones de aguacate Hass procedentes de México, ingrediente principal del
guacamole, la botana favorita del Super Bowl, ascienden ahora a 4,000 millones
de dólares, arriba de los 2,500 millones de dólares de hace dos años, de
acuerdo con un nuevo estudio de la Universidad A&M de Texas. Según
investigadores de la universidad, una persona en Estados Unidos come ahora un
promedio de más de cuatro kilos de aguacates mexicanos al año. Esta cifra es
superior a los 450 gramos que se consumían en 1990. El
informe, financiado por la Asociación de Importadores de Aguacate Hass de
México (MHAIA, por sus siglas en inglés), fue visto por Reuters antes de su
publicación el jueves. Estados
Unidos es el principal importador de aguacates mexicanos, con 1.1 millones de
toneladas en 2021, según datos del Departamento de Agricultura (USDA, por sus
siglas en inglés). La
creciente población hispana y caribeña en Estados Unidos ha contribuido a
impulsar la demanda, según el informe. El “Guac”,
apodo del guacamole utilizado a menudo en Estados Unidos, ha evolucionado hasta
convertirse en un alimento muy apreciado por los estadounidenses de muchos
orígenes, dijo Álvaro Luque, presidente de Aguacates de México, una rama de
comercialización de la industria del aguacate de México. “Lo
que llamamos el ‘consumidor colosal’ de aguacates en Estados Unidos está
relacionado con los hombres no hispanos; estos son los que comen aguacates como
locos, los usan en guacamole mientras ven partidos de fútbol”, dijo a Reuters. Los
aguacates mexicanos crecen principalmente en el estado Michoacán, el único
lugar del mundo donde los árboles dan fruto cuatro veces al año. El estado
tiene un rico suelo volcánico, precipitaciones saludables y la elevación
adecuada para el cultivo, una trifecta de condiciones ideales para el aguacate. Sin
embargo, Michoacán ha sido durante mucho tiempo uno de los estados más
conflictivos de México, convulsionado por las guerras territoriales entre
organizaciones criminales. En
febrero, Estados Unidos suspendió temporalmente su programa de inspección de
aguacates en el estado después de que uno de sus funcionarios recibiera una
llamada telefónica amenazante. A pesar de este contratiempo, la industria
mexicana del aguacate no sufrió un gran impacto económico, según el informe.